Ocurrió en una calle de la localidad de Gouverneur, en Nueva York, donde un hombre encontró nueve diminutos cerebros, a los que luego les tomó una foto para compartirla por las redes sociales, donde rápidamente se viralizó. La policía se encuentra investigando el caso.

Timothy Monroe, un veterinario consultado por la Policía local, confirmó que se trata de cerebros de perros del tamaño de un Beagle, informó el sitio News7. "Los medimos y pesamos y tienen un peso de unos 70 gramos, lo que es consistente con esa especie", explicó el especialista.

Según la teoría de los investigadores, todo se trató de un accidente desafortunado en el que alguien perdió parte de su colección de anatomía durante un traslado, pero extrañamente los cerebros estuvieron tirados en la calle Beckwith hasta el jueves por la tarde. No se maneja la hipótesis de un asesino serial de perros, pero sí es una rareza.