Un turista brasileño quiso filmarse dando de comer a unos monos durante sus vacaciones en Bali, Indonesia. Por esta razón, dejó la cámara desatendida mientras extendía su mano con fruta para atraer a los primates.


Pero, al parecer, a uno de los monos le resultó más atractiva la cámara que la comida y se la llevó en un rápido movimiento.


El animal se dio un paseo con el dispositivo, e incluso se grabó a sí mismo. El mono al final dejó la cámara para poder probar un poco de la deliciosa fruta.