Priscilla Sitienei, de 90 años, creció en Kenya, al este del continente africano. En ese entonces, cuando era pequeña, las mujeres no recibían educación. Según contó la mujer, tantos sus nietos como sus bisnietos huyeron de la escuela, algo que la molestó mucho, por lo que tomó la decisión de "enseñarles que la educación es importante”.

La mujer se desempeñó como partera tradicional durante décadas y asegura que aún tiene mucho por aprender. "Ahora que estoy en la escuela conozco la dosis correcta para darle a las mujeres a las que ayudo a recibir a sus bebés”, dijo.

Se casó joven y crió a sus diez hijos, aunque hubiera querido ir a la escuela no podía, porque entonces la educación de una mujer era considera una pérdida de tiempo y dinero.

Algunos de sus compañeros son niños que ella ayudó a traer al mundo, quienes la llaman "Gogo" o abuela en su tribu local Kalenjin.

Por su parte, el director del colegio Leaders Vision Preparatory School, David Kinyanjui, la describe como una alumna modelo que participa de todo,  hasta incluso en la educación física, además de ser buena en matemáticas y ciencias, así como disfrutar contar historias.

Tres de sus bisnietos son sus compañeros de clases con quienes mantiene competencias amistosas sobre quién tendrá las mejores calificaciones, aunque durante el tercer grado fue la alumna número uno.