El tatuaje de un avión formando un corazón con su ruta de vuelo luce inmutable en las pieles de varias esposas de los jugadores de Chapecoense que fallecieron en la tragedia. 

Rosangela Maria Loureiro, esposa del capitán del equipo, Cleber Santana, se tatuó el avión unos días antes del accidente ya que tenían programado un viaje el 9 de diciembre a Punta Cana, en la República Dominicana, junto a otras 12 parejas de futbolistas.

La emoción por disputar la final de la copa Sudamericana había generado tanto entusiasmo que varias de las esposas del equipo armaron un grupo de Whatsapp para intercambiar detalles de las futuras vacaciones y muchas decidieron hacerse el mismo tatuaje grupal, entre ellas las esposas de Thiago Luis, Silvinho, Felipe Machado y Kempes. 

Rosangela relató que la última conversación con Santana fue cuando él la llamó desde el Aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia: "Me dijo que en el Free Shop había encontrado un par de antojos que tenían mi cara… me dijo que me llamaría cuando llegase a Colombia. Pero a la madrugada me llamó la esposa de otro jugador para avisarme que el avión había caído. Todas comentamos que preferíamos haber muerto todos juntos para no tener que pasar por este sufrimiento solas".