
Sofia, ''la rubia'' también participa de la nota. Juntas cuentan anécdotas sobre cómo se apoyaron mutuamente durante su infancia y adolescencia, marcadas por episodios de acoso sexual, bullying y violencia física.
Apoyo en casa
Mara Lucia da Silva, de 43 años, madre de las jóvenes contó: "Cuando se asumieron, para mi fue un alivio (...) Ni me acuerdo que un día fueron ellos, para mí siempre serán ellas". Y reveló que desde pequeñas concurrían a psicólogos y médicos: "Mi corazón siempre supo que eran niñas y que estaban sufriendo".
Tiene otras dos hijas, es secretaria de escuela, estuvo al lado de Sofía y Mayla durante las terapias hormonales y los tratamientos quirúrgicos y psicológicos. Pero tiene una espina: "Sufro por no haberles dado una muñeca o un vestido, por no haberlas hecho más felices cuando eran niñas".
Mayla la abraza, casi corrige y se emociona: "Cuando pasábamos por algo en la calle, lo que más queríamos era llegar a casa, contarle a mamá y que nos abrazara, porque ella era como una leona, siempre nos protegió con uñas y dientes".
Orgullo de mujer trans
Querían operarse en Tailandia pero Mayla descubrió una clínica en Blumenau, una pequeña ciudad en Santa Catarina, en el sur de Brasil. El Transgender Center Brasil fue fundado en 2015 por los doctores José Martins y Claudio Eduardo para atender pacientes del exterior.
Por ley, la reasignación de sexo se puede realizar en Brasil a partir de los 18 años. Está contemplada en la red pública de salud por ley desde 2011, pero sólo cinco hospitales realizan el procedimiento. La larga espera estimula la alternativa privada.
Con 175 personas trans asesinadas en 2020 (una cada dos días), Brasil lidera el ranking mundial de la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (Antra). El balance divulgado en enero muestra un aumento de 41% frente a 2019.
"Me indigna. Vivimos en el país más transfóbico del mundo", lamenta Sofia. Y Mayla agrega: "Me enorgullezco de ser una mujer trans. Viví con miedo por la sociedad y lo que pido es respeto".
Son muy religiosas, Sofía asegura: "Dios creó almas y no cuerpos", y remata: "quiero ayudar a que la gente vea que también somos seres humanos". Estudia ingeniería civil en Sao Paulo, dice que no está de novia y prefiere no hablar de noviazgos.
Mayla vivie en nuesttro país, estudia medicina. Tampoco tiene novio. Con su vida nueva les alcanza.