El pasado fin de semana, Justine Damond llamó al 911 para dar alerta- a las 23:27- al escuchar los que parecían los gritos de una mujer que estaba siendo agredida sexualmente en las cercanías de su hogar en Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos. 

 “Creo que acaba de gritar ‘ayuda’”, dijo Damond a la policía según quedó registrado en la conversación telefónica. A las 23:35, sin señal de los agentes, Justine volvió a llamar y recibió la misma respuesta: "los agentes están en camino".

Los agentes Matthew Harrity y Mohamed Noor llegaron al vecindario dos minutos después, a las 23:37. Según sus informes, los policías vieron que la mujer estaba en la calle y que se acercó a la ventanilla del conductor. Noor, sentado en el asiento de copiloto, abrió fuego contra Justine hiriéndola en el abdomen. La mujer murió a los diez minutos.

No hay testigos de la escena y las cámaras de vídeo tanto de la patrullero como del uniforme de los hombres estaban apagadas. Hasta el momento la muerte de Damond fue declarada como un homicidio por los examinadores médicos. 

Por su parte, la alcaldesa de Minneapolis, Betsy Hodges, afirmó estar frustrada ante lo ocurrido: “Todavía hay muchas preguntas importantes y esperamos que puedan ser respondidas pronto. Queremos que se haga justicia”.