Un hecho inusual se dio en Irán, donde una mujer salvó la vida del asesino de su hijo, quien estaba condenado al ahorcamiento público a causa de su delito.

La madre de Abdollah Hosseinzadeh decidió frenar la ejecución, darle un cachetazo al hombre que había apuñalado a su hijo, y luego perdonarle la vida a Balal.

El padre contó que su esposa había tenido un episodio mientras dormía, que los hizo reflexionar sobre el ahorcamiento: "Mi mujer vio a mi hijo mayor en un sueño y le decía que ellos están en un buen lugar, que no se vengara”.

Del mismo modo, según la agencia semiestatal iraní ISNA, el hombre argumentó que el asesino no había cometido el delito premeditadamente, ya que “era inexperto e ingenuo, y no sabía cómo manejar un cuchillo”.

Abdollah Hosseinzadeh murió apuñalado a los 18 años a manos de Balal en medio de una pelea callejera en la ciudad iraní de Royan. El juicio duró más de seis años y terminó con una condena a pena de muerte en un ahorcamiento público.

Después del episodio, la madre de Balal abrazó a la madre de la víctima, y ambas lloraron desconsoladas, en un acto desgarrador para todos los presentes.