Ho Van Lang vivió solo- con su padre mayor que estaba postrado- en la jungla de Vietnam durante cuatro décadas y tuvo que aprender a hacer todo por sí mismo, desde cazar pequeños animales para sobrevivir hasta fabricar sus propios cacharros y trampas. 

Cuando los locales descubrieron a este "Tarzán" que desconocía el contacto con otros humanos y al que no le habían enseñado reglas básicas para socializar, decidieron llevarlo a la civilización. 

El proceso fue lento hasta que finalmente el hombre, de 44 años, logró comenzar a conectarse con otras personas y aprender el idioma; aunque todavía se comporta como "un niño que no sabe muchas veces distinguir entre lo que está bien y lo que está mal". En cambio su avejentado padre, que sufre de fobia social y considera que la guerra de Vietnam todavía no terminó, se resiste a volver a la sociedad. 

El documentalista Alvaro Cerezo, decidió filmar la historia de Ho Van Lang y logró que lo llevara nuevamente a la selva- solo por unos días- para aprender sobre sus tácticas de supervivencia en la jungla.