Juan José Fernández, de 70 años, acuchilló el pasado jueves a Enrique Sánchez, la persona que asesinó a su hija, que tenía apenas cuatro años, en la ciudad española de Granada.

El hombre intentó vengarse a plena luz del día y en presencia de decenas de testigos, aunque solo logró cortarlo en el rostro y las manos. La policía se hizo presente y separó a los implicados para que el incidente no pasara a mayores.

Sánchez, de 54 años, fue enviado al hospital con cortes profundos en el tabique nasal y en las manos, mientras que Fernández fue trasladado a las dependencias policiales. De todas maneras, horas más tarde, el juzgado de guardia de Granada lo dejó en libertad provisional.

Todo comenzó cuando en 1985 Sánchez, primo hermano de la esposa de Fernández, engañó a la nena al prometerle caramelos, la llevó a un campo a las afueras del pueblo e intentó violarla. Al no poder llevar a cabo su cometido, lanzó a la pequeña a un pozo de tres metros de profundidad donde murió ahogada.

Si bien fue condenado a 40 años de prisión, el asesino fue puesto en libertad en 2008 al cumplir 23 años de condena. Desde su excarcelación, el padre de la nena, carnicero de profesión, intentó matarlo hasta en tres ocasiones, entre ellas un intento de atropellamiento.