En Ciego de Ávila, Cuba, viven 7.500 habitantes y Gaspar es un pequeño poblado en el que la revolución digital ya llegó. Un grupo de jóvenes estudiantes creó su propia versión de Facebook para conectarse e informarse. 

Ellos no se conectan al wifi que provee la estatal ETECSA, sino a Gaspar Social su propia intranet que evade los altos costos aunque no tanto el control gubernamental. 

Este tipo de redes, que no tienen un permiso oficial del Ministerio de Comunicaciones, son permitidas siempre que sean de bajo perfil y no divulguen contenidos que el Gobierno califica de "contrarrevolucionarios" o aquellos de carácter pornográfico.

"En un principio era una red para jugar", hasta que "un amigo me dio la idea" de insertar la red social que había creado para las escuelas, cuenta Osmani Montero, un informático de 23 años que trabaja en la Dirección Municipal de Educación y que es uno de los creadores del "Facebook cubano". 

En menos de un mes, llegó a 500 usuarios ávidos de intercambiar textos, fotos y videos, sin tener que pagar el dólar y medio por hora que cobra el monopolio de las telecomunicaciones estatal.