Una de las torturas que los terroristas del Estado Islámico aplican a sus rehenes es la así llamada 'alfombra voladora'. Según explicó a 'The Sun' Abu Alnour, un exprisionero que logró escapar de los yihadistas, la víctima de este método de tortura es colocada boca arriba sobre una tabla de madera partida por la mitad, cuyos extremos se pliegan, de tal forma que rompen la espalda y las costillas a la víctima. Durante el proceso, el detenido suele ser también golpeado. 

Según explica Alnour, los miembros del EI solían entrar en la cámara amenazándolos con matarlos con un cuchillo. También "llegaban con cabezas cortadas, asegurando que nos espera el mismo destino", explica.

Acusado de vender armas a los enemigos del EI, Abu Alnour compró su libertad por más de 43.000 de dólares. En declaraciones a una organización de derechos humanos en Siria, 'Sound and Picture', dijo que prefería no hablar de las palizas, los 'electroshock' y humillaciones diarias. "Mejor hablemos de un joven Abdullah que se volvió loco en la prisión", dijo.