La justicia alemana sentenció a Reinhold Hanning a cinco años de cárcel al considerarlo cómplice por el asesinato de 170 mil personas en el campo de exterminio de Polonia. Hanning  fue guardia de Auschwitz entre 1943 y 1944 cuando tenía 23 años y si bien no participó de torturas ni tampoco estuvo en la "rampa de la muerte" o en la selección de los presos destinados a la cámara de gas, la justicia lo consideró cómplice. 

La sentencia, dictada este viernes por la Audiencia Provincial de Detmold, se basó en la presunción de que Hanning no podía desconocer qué era lo que estaba ocurriendo en el campo de concentración. 

Hanning, que está en silla de ruedas, escuchó el veredicto con la cabeza baja y sin poder mirar a los sobrevivientes que estaban en la corte. El hombre, de 94 años, era obrero en una fábrica de bicicletas y se enroló en las SS a los 18 años. 

"Me avergüenzo de haber visto pasar tanto mal ante mis ojos sin haber intervenido", exclamó Hanning en un momento del juicio aunque el veredicto final fue escuchado en silencio. 

Este fallo es el  tercero de los juicios tardíos que tuvieron lugar en Alemania contra antiguos guardianes de campos de exterminio nazi. Siendo el primero el caso del ucraniano John Demjanjuk, extraditado por Estados Unidos en 2007.