Ya en la década del 80, Corbyn- favorito para quedarse con la conducción del principal partido opositor británico-  se negó a dar su apoyo a los combatientes ingleses al plantear que la Guerra de Malvinas era "un plan de los conservadores" en el que "hombres desempleados fueron enviados a la muerte".

En una clara operación para desprestigiar al candidato que lidera las encuesta, a diez días de la elección de un nuevo líder del Partido Laborista, el tema de su posición predispuesta al diálogo es presentada como una "rendición".

"Corbyn tiene un plan para rendirse ante la Argentina", titula sin tapujos el diario The Telegraph.

En 2013, en una entrevista con la BBC, el parlamentario británico argumentó que "cierto grado de administración conjunta"  podría servir para resolver el conflicto. Y citó: "Otras situaciones como estas, como por ejemplo la disputa entre Finlandia y Suecia por las Islas de Aman, fue resuelto con una administración conjunta que a su permitiera mantener la nacionalidad de sus habitantes. También fue hecho en Hong Kong y, en cierto modo, también en Gibraltar".

"Es una idea repugnante. No veo por qué tendría que pasar eso si los argentinos nunca tuvieron las islas. No tienen ningún derecho a ellas", lo criticó el ex veterano inglés Simon Veston. Y agregó: "Envalentonar a los argentinos podría provocar una guerra civil. Me asusta muchísimo. Él sostiene que es un defensor de los derechos democráticos, pero está sugiriendo que hay que ignorar los derechos de los isleños".

Desde 1983, Jeremy Corbyn siempre estuvo - con su banca- en el ala izquierda del partido laborista.  El respaldo de jóvenes y viejos militantes del partido lo llevaron a encabezar las encuestas en las últimas semanas aunque la cuestión Malvinas podría restarle votos.