Los jóvenes turcos es una serie web de comentario político estadounidense conducido por Cenk Uygur y Ana Kasparian que en este capitulo buscan desentramar qué oculta el juicio político realizado a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

En la primera parte resaltan el papel de los medios de comunicación locales los cuales han generado diversas operaciones en contra de la jefa de Estado. La causa de "supuesta" corrupción y por la cual fue destituida es "violaciones presupuestarias".

Al respecto se pregunta ¿Es razón para un juicio político? pero lo cierto es que detrás de eso existe una presidencia a la cual los medios llaman de "izquierda" y un vicepresidente considerado de "centro".

Ya los funcionarios de Michel Temer dijeron, tras la destitución de Dilma, que tomarán  "medidas de austeridad". Es más, Henrique Meirelles, el nuevo ministro de Hacienda de Brasil es muy "querido por los intereses extranjeros", esos que tanto presionaron para sacar a Dilma del poder.

¿Cuáles son las medidas de austeridad ? "Van a recortar tu pensión, van a aflojar las leyes laborales para desregular asi te van a poder pagar salarios más bajos. Menos inversión en seguridad del trabajo e impuestos distribuidos para arriba" describe el conductor, y eso tendrá como beneficio "que los intereses extrajeros se lleven buenas tasas de ganancia".

Pero ahora vayamos a la figura del vicepresidente. Una encuesta relevó que solo el 1 porciento de los encuestados votaría por él si las elecciones fueran en la actualidad. Un punto que claramente perjudica la democracia pero el análisis no termina ahi.

Temer está acusado de comprar de forma ilegal de etanol y por este caso fue encontrado culpable. Además recibió una multa por infracciones en gastos de campaña.

Entonces en Brasil se reemplazó un presidente elegido democráticamente por el pueblo debido a una supuesta corrupción por uno que no tiene siquiera un mínimo porcentaje de popularidad, que no fue ratificado por las urnas, y que además sí fue corrupto.

En su gobierno Michael Temer tendrá integrantes de la Goldman Sachs (es uno de los grupos de banca de inversión y valores más grandes del mundo) y a funcionarios del Fondo Monetario Internacional. Dos claros datos de que su gobierno favorecerá a los intereses de los poderosos, esos mismos que Dilma combatió. ¿Queda alguna duda de que en Brasil hubo un golpe blando?