Joe Biden apeló a lo más íntimo de Donald Trump, a su orgullo. Le enrostró que no va a querer ser recordado como el presidente que no reconoció su derrota. Pero parece difícil que eso sólo le alcance para revertir lo que parece ser una estrategia de Trump para perpetuarse en el Poder.

El tiempo todavía alcanza para bravatas y ingenierías judiciales, pero el 20 de enero es la fecha clave, porque es el momento del traspaso de mando. La pregunta que aparece en el horizonte es: qué hará Donald Trump si llegada esa fecha todavía hay una instancia judicial abierta?