"El ecologismo está fuera de control", aseguró temerariamente Donald Trump- que ya se había mostrado reacio a firmar el Acuerdo de París por el cambio climático global- y volvió a poner el foco en dos polémicos oleoductos que habían sido frenados por Obama por su impacto ambiental. 

“Vamos a renegociar algunas condiciones”, dijo el republicano, “y si les gusta, veremos si podemos construir esos oleoductos, [habrá] muchos empleos, 28.000 estupendos empleos de construcción”. Se trata de los proyectos de Keystone XL (que transportaría petróleo desde Canadá hasta el golfo de México) y el de Dakota Access (que atraviesa una reserva Sioux) que Obama suspendió y que Trump asegura que serán una fuente de ingresos y empleos. 

“Vamos a construir nuestros propios tubos, como en los viejos tiempos”, destacó el empresario neoyorquino que apunta a un proteccionismo extremo. 

Por otro lado, Trump se reunió esta mañana con varios ejecutivos de grupos automovilísticos (General Motors, Ford Motor y Fiat Chrysler), y les prometió  incentivos fiscales y una rebaja de la carga regulatoria a cambio de que potencien la producción en Estados Unidos, en especial la producción de autos para el mercado interno. 

El consejero delegado de Ford Motors aseguró que el presidente es “muy, muy serio en garantizar que la economía será más robusta”. 

Mientras que Trump insiste en que es una cuestión de toma de decisiones para las empresas: quedarse o irse del país y gozar o no de los beneficios que él propone.