Durante un espectáculo en un circo en la ciudad rusa de Kazán dos elefantes comenzaron una pelea que los asistentes no podían parar. 

Aquellos espectadores que se encontraban a pocos metros de ellos -ubicados en las tribunas bajas- salieron espantados escapando de un combate con consecuencias imprevisibles, mientras los asistentes del circo intentaban separarlos y tranquilizar al elefante más agresivo.

En un momento el agresor pareció agotarse del ataque y los dos animales fueron retirados sin mayores problemas. Si bien las autoridades del circo se enviaron un comunicado aclarando que ninguna persona resultó herida, el incidente obligó a cancelar "por motivos técnicos" la función que estaba prevista para más tarde en ese mismo día.