Un terremoto de 6.1 grados sacudió Filipinas, afectando a su capital, Manila, donde los edificios fueron sacudidos por el fuerte movimiento telúrico.

El lujoso edificio de departamentos Anchor Skysuites, con 53 pisos y 181 metros de altura, fue uno de los que más sufrieron.

Tanto que pudieron grabar el momento en que se destruye la enorme piscina ubicada en su cúspide.