El sábado último, el presidente de la Generalidad catalana, Artur Mas, firmaba el decreto de convocatoria al referendo independientista de la región, en una decisión histórica que, en los hechos, al mismo tiempo representaba un desafío gobierno central de España.

Ahora y seis horas después de admitir a trámite los recursos de inconstitucionalidad interpuestos por el gobierno de Mariano Rajoy, el Tribunal Constitucional de España suspendió la consulta y "las restantes actuaciones de preparación" de la misma "o vinculadas a ella".

La suspensión es automática, cautelar y tendrá vigencia por un plazo al menos de cinco meses, período en el que no se podrán tomar decisiones que se deriven de la disposición o resolución impugnada, de acuerdo con el artículo 161.2 de la Constitución española.

Pasado ese tiempo, el tribunal deberá decidir si mantiene o no la suspensión en función de los intereses de ambas partes, pero se podrá tomar más tiempo para resolver el fondo de la cuestión.

Conocida la decisión, el titular de la Generalidad calificó COMO “hostil” la actitud del Ejecutivo español, criticando al Tribunal Constitucional por la celeridad con que tomó la decisión de suspender el referendo y por su "parcialidad".

Por su parte, Rajoy declaró sobre el ahora suspendido referendo que "ni por su objeto ni por el procedimiento es compatible con la Constitución”, subrayando que "no hay nada ni nadie, ni poder ni institución alguna, que pueda romper la Constitución".

Por su parte, el líder independentista Oriol Junquera –aliado político de Mas en la convocatoria a la consulta–, llamó a la desobediencia civil, poniendo en una aguda encrucijada al jefe del gobierno catalán: entre la obediencia el Tribunal y romper su alianza o continuar a pesar de todo.

De hecho, Junquera afirmó: "Si creen que el proceso acabará con una sentencia del Tribunal Constitucional, se equivocan”, indicando que mantendrá la campaña a favor del referendo a pesar de la suspensión.

Finalmente, la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que motoriza las multitudinarias movilizaciones a favor de la independencia, instó a los catalanes a “defender” el referendo en las calles.

A través de las redes sociales, la ANC convocó nuevas concentraciones frente a los ayuntamientos de Cataluña para el miércoles a la tarde.