El cura, de 40 años de edad, que pertenecía a la iglesia de la ciudad de Miracema, situada en el norte del estado de Río de Janeiro, argumentó ante la Diócesis de Campos dos Goytacazes que fue víctima de un chantaje por Internet.

Según la cadena de noticias Globo, las fotografías del sacerdote comenzaron a circular por Internet y llegaron a las autoridades religiosas, que decidieron separarlo del cargo.

El religioso confesó que las fotografías habían sido divulgadas por una mujer con la cual tenía una relación a través de las redes sociales.