Por 6 votos contra 5, la máxima instancia judicial de Brasil rechazó la solicitud de Luiz Inácio Lula da Silva de permanecer en libertad mientras agota los recursos de que dispone contra su condena por corrupción que lo llevaría a pasar hasta 12 años en la cárcel. 

Ante esta decisión- a la que estuvo supeditada la presión de un sector de la sociedad como así también la amenaza de las Fuerzas Armadas de realizar un golpe de estado- numerosos líderes expresaron su preocupación ante esta persecución política, como ocurrió con Dilma Rousseff, y ante una posible crisis democrática. 

Rafael Correa, Nicolás Maduro, Evo Morales son algunos de los políticos que expresaron su solidaridad con el exmandatario que lidera las encuestas de cara a las próximas elecciones de Brasil en las que tal vez no podría ser candidato si finalmente es enviado a prisión. Por su parte, desde el Partido de los Trabajadores (PT) confirmaron que mantienen la posición de que Lula los represente en las urnas.