Como el Jurado Nacional Electoral todavía no emitió la proclamación oficial del triunfo de Pedro Castillo en las elecciones presidenciales peruanas, Keiko Fujimori no se resigna y acusó a la "izquierda internacional" de inmiscuirse en los comicios para perjudicarla.

Sin embargo ninguno de los organismo revisores de las elecciones dijo haber encontrado irregularidades y la candidata presidencial tampoco logró aportar pruebas del fraude denunciado.. Ni los enviados de la OEA, ni la Unión Interamericana de Organismos Electorales la acompañaron e incluso han felicitado a Perú por el desarrollo de las elecciones.

El último manotazo de ahogado de Fujimori es azuzar el miedo a la llegada de un candidato de la supuesta izquierda internacional y forzar que su victoria sea desconocida.