Sbattella explicó que en el caso de evasión que se está investigando por 4040 cuentas no declaradas en el HSBC suizo, se puede ver "la misma metodología que apareció en la causa del JP Morgan, la más importante en cuanto a que hay un testigo que se autoimputa, el gerente para América latina de la corporación. Por un conflicto con su empleador, hace una denuncia en Argentina. Se autoinculpa como organizador de la evasión y lavado de dinero. Hernán Arbizu, de él se trata, es el que encubre el lavado de activos y los clientes son los que usufructúan el armado que hace JP Morgan para poder hacer la evasión".

No es inocente que el ex ejecutivo del banco JP Morgan en Londres, Alfonso Prat-Gay, haya denunciado a funcionarios de la AFIP para entorpecer el avance de la causa.

El titular de la UIF aseguró que "además hay toda una serie de otros servicios que presta el banco, que son administración de bienes familiares y de herencia. Esa plataforma, que es la de las cuevas mundiales –no son los arbolitos de la calle Florida–, es una estructura que busca como cliente a 'la crema' de las dirigencias de cada región. Fíjese que el 'target' que tenían en Argentina, el nivel de clientes que atendían, era de 25 millones de dólares para arriba. Los nombres de los clientes que aparecen en la autodenuncia de Arbizu se repiten en las otras causas".

También recordó que otra de las causas de evasión es la "del BNP Paribas, que se deriva de la investigación sobre la efedrina (la causa por contrabando de esa droga que saltó después del Triple Crimen de General Rodríguez). En los allanamientos en una de las farmacias aparece la dirección donde estaría depositado el dinero de esa empresa. En ese mismo momento, se le ordena al comisario al mando ir a esa dirección. El mismo, figura en las actas, dice 'acá hay un banco, pero no existe el piso 14, tiene 13'.

En la entrevista que le brindó a Página 12, Sbattella asegura que esa oficina "no aparecía en la pizarra de entrada, pero existía ese piso, y era la cueva del BNP Paribas, que allí hacía la misma operatoria del JP Morgan. Básicamente, consistía en recibir de los clientes el dinero y transferir sin registros, por lo menos mostrables, a un paraíso fiscal o al país en el que tuviera otra cuenta. Aunque con demora, porque varios jueces se fueron excusando, en esta causa aparecieron avances. Y ya se está llamando a indagatoria a directivos del banco, que están declarando desde Francia por teleconferencia".

"Y la última de las causas importantes es la aparición de la lista de 4040 nombres vinculados con el HSBC Suiza. Lo interesente aquí es que el tema está siendo investigado también en otros países con sanciones y recuperación del dinero", explicó.

"La metodología es la misma que las anteriores, se le garantiza la administración de los bienes, que lo pueden sacar y depositar fuera del país, y también pueden traerlo en lo que se llama 'back to back', como autopréstamos, de manera que lo que sacan evadiendo o por otro delito, vuelve como un préstamo lícito del exterior" advirtió.

El HSBC carga con el agravante de haber participado "en el intento de corrida cambiaria de enero de 2014. Está denunciado penalmente por asociación ilícita con otros bancos y con la empresa Shell, en operaciones para hacer subir el dólar. Pero lo que fuimos a decir a la comisión, es que no es sólo una cuestión de este banco".

Si bien en primera instancia, indicaría que se trata de maniobras de evasión impositiva, al ser tan oscura la operación, "tranquilamente tanto de ida como de vuelta puede haber dinero sucio de cualquier origen. El peligro de las cuevas es que el dinero del narcotráfico, u otro ilícito, se puede manejar de la misma forma. La masa de dinero que sale del país no pasa en valija por las fronteras, sino que hoy sale por operaciones armadas por los mismos bancos".

"Y lo más perverso de todo es que los bancos son más confiables para los clientes que quieran hacer todo eso cuanto más procesos y denuncias han tenido y las han sorteado. El currículum de ellos se mide por cuánto han evadido en el mundo", alertó el Sbattella.