La situación en la Brasil de Bolsonaro está cada vez más fuera de control. Ahora, otro violento motín sacudió a la nación del carnaval. 

Ocurrió en el penal de Altamira, en la región de Pará; donde bandas rivales del Comando Vermelho y el Comando Clase A se mataron entre sí. 

En total dejaron 57 muertos, en lo que representa una nueva masacre dentro de una cárcel brasileña: una imagen que de viene repitiendo seguido desde hace 2 o 3 años. 

Al menos 16 de las personas asesinadas en la cárcel de Altamira fueron decapitadas, precisaron las autoridades del estado amazónico. 

Al mismo tiempo, dos guardias fueron tomados como rehenes pero luego fueron liberados. 

Las imágenes realmente impresionan.

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