Rusia anunció la expulsión de 60 diplomáticos estadounidenses, como respuesta a la acción del Gobierno de Donald Trump en el escándalo por el envenenamiento del doble agente Sergei Skripal en Salisbury, Reino Unido. 

Según ha informado el ministerio de Exteriores ruso, los diplomáticos estadounidenses tendrán un plazo de una semana - hasta el próximo 5 de abril- para abandonar el país. Del total de personas que Rusia declara no gratas, 58 residen en Moscú y otros dos trabajan en el consulado de Estados Unidos, en Ekaterimburgo.

El Kremlin también cerrará el consulado de Estados Unidos en San Petersburgo, de la misma manera que la Administración republicana anunció el cierre del consulado ruso en Seattle.

Como muestra de apoyo a las autoridades británicas, también más de la mitad de países de la Unión Europea (UE) y Canadá confirmaron la expulsión de más de 150 diplomáticos rusos, por lo que se espera que el Kremlin amplíe la expulsión de diplomáticos de otras naciones.