"La Corte Penal Internacional (CPI) no ha cumplido con las expectativas y no puede convertirse en un órgano de Justicia verdaderamente independiente y prestigioso", señaló un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores del Kremlin en el que remarcó: "La decisión de Rusia de no participar del Estatuto de la CPI o, en otras palabras, de revocar la firma de este documento, implica consecuencias jurídicas previstas por la Convención de Viena sobre los tratados internacionales de 1969″. 

Si bien Rusia se había adherido a la misma en el año 2000, nunca había ratificado la jurisdicción de la CPI con su firma y ahora Vladimir Putin ordenó salir debido a su imparcialidad. El mandatario ruso indicó "aceptar la propuesta del Ministerio de Justicia, consensuada con el Ministerio de Exteriores, el Tribunal Supremo, la Fiscalía General y el Comité de Instrucción (…) para informar al secretario general de la ONU sobre la decisión de Rusia de no formar parte del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional".

La cancillería rusa destacó que "en 14 años de funcionamiento, la CPI ha dictado sólo cuatro sentencias y ha gastado más de 1.000 millones de dólares". Aunque una de las motivaciones para esta salida estaría dada por la posición de la Corte de considerar al territorio de Crimea como ucraniano y ocupado por Rusia. 

Además en enero de este año,  la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova, denunció la parcialidad de la CPI cuando el tribunal autorizó investigar los posibles crímenes de guerra durante el conflicto bélico entre Rusia y Georgia, que tuvo lugar en agosto de 2008.

"El ataque del régimen de (el presidente georgiano) Mijail Saakashvili contra la pacífica Tsjinvali (capital de Osetia del Sur), el asesinato de miembros de las fuerzas de paz rusas derivó en acusaciones de la CPI contra las milicias surosetas y los soldados rusos", señaló  la cancillería rusa. 

Rusia firmó el Estatuto de Roma en el año 2000, pero nunca lo ratificó,como sí hicieron otros 123 Estados, con las excepciones de Estados Unidos, China e Israel. De esta manera, ningún ciudadano ruso podrá ser juzgado en La Haya por crímenes de guerra o genocidio a menos que haya una resolución al respecto del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que Rusia tiene derecho a veto.

EFE