La Policía israelí reprimió una manifestación de judíos ortodoxos en Jerusalén el domingo pasado, y en el medio de los incidentes, una mujer que no participaba de la concentración fue víctima del accionar de las fuerzas de seguridad.

La mujer intentaba cruzar una calle del centro de la ciudad, en medio de la protesta contra el alistamiento militar obligatorio, cuando el potente chorro de un cañón de agua la levantó por el aire y la arrastró algunos metros.

Al menos 35 manifestantes fueron arrestados por "socavar el orden público, bloquear el tráfico y atacar a civiles y policías", según un comunicado policial.