La mujer hacendosa y de cuerpo perfecto, el hombre que todo lo puede o que no sabe cómo encender el lavarropas. Esos son algunos de los estereotipos que la publicidad suele utilizar para vender determinados productos. “Ese retrato que responde a cánones obsoletos tiene un coste para las personas, la economía y la sociedad”, esgrime la Autoridad de Estándares de la Publicidad (ASA, en sus siglas inglesas) sobre las nuevas directrices que comenzará a aplicar a partir del 2018. 

La ASA considera inaceptables las escenas en que la mujer asume la única responsabilidad de la limpieza, o aquellas que retratan a los hombres como incapaces de lidiar con un bebé.  La entidad también considera “problemáticos” los anuncios que asignan actividades diferenciadas por géneros. 

El estereotipo del hombre inútil frente a las tareas domésticas.
El estereotipo del hombre inútil frente a las tareas domésticas.

La ley pretende ir ahora más allá, y apuntar hacia “los estereotipos de género que limitan la visión que las personas tienen de sí mismas o el modo en que son vistas por otros”, en palabras de su director ejecutivo, Guy Parker. Otro de los focos está puesto también en la paga diferenciada por género que suele darse en la publicidad donde los hombres suelen cobrar mayores porcentajes por igual o menor trabajo que las mujeres. Una discusión que deberá ser ampliada a la diversidad de género.