En un juicio histórico, dos de los tres jueces del Tribunal Regional Federal de Porto Alegre ratificaron la sentencia contra Luiz Inácio Lula Da Silva, el expresidente más popular de Brasil y candidato más fuerte para las próximas elecciones generales y presidenciales de octubre.

Al exmandatario lo acusan por recibir, presuntamente como soborno, un departamento en una paya de Sao Paulo de parte de la empresa constructora OAS.

En este sentido, el primero en votar fue João Pedro Gebran Neto, quien en su exposición, además, pidió elevar la condena del expresidente de 9 a 12 años y un mes de prisión; mientras que a su turno, Leandro Paulsen también ratificó la sentencia del juez Sergio Moro.

Gebran Neto consideró que Lula “fue uno de los articuladores, el principal, de la trama de corrupción”, a la vez que Paulsen también lo señaló como culpable de los crímenes de corrupción y lavado de dinero.

Ahora solo restan los argumento y la decisión del tercer magistrado, Victor Luiz dos Santos Laus, quien se pronunciará al respecto durante horas de la tarde de este mismo miércoles.

Si la mayoría de los magistrados optan por mantener la pena, si bien descartan que vaya preso, pueden invalidar la candidatura de Lula, que aparece como líder destacado en todos los sondeos electorales para los comicios presidenciales de octubre. De todos modos, esta decisión final estaría en manos de la Justicia electoral.

Para muchos, este juicio tiene tintes políticos y busca juzgar la honestidad y la personalidad de quien fuera el referente de izquierdas de toda América Latina; en especial después de la polémica destitución de Dilma Rousseff que permitió la llegada del cuestionado Michel Temer a la Presidencia.