Radmila quería ser famosa. Tras mirarse durante mucho tiempo en el espejo, notó que su lengua era más grande y larga que la del resto de la gente.

Su madre no estaba de acuerdo en que usara esa particularidad para hacerse conocida, pero luego de medir la lengua de su hija se sorprendió al ver que medía casi 12 centímetros de largo.

La joven cuenta con su propio récord de Rusia y está certificada entre las 10 personas con las lenguas más especiales del mundo.