Pese a la radical intervención del Banco Central de Rusia, que el lunes elevó la tasa de interés referencial a un 17 por ciento desde un 10,5 por ciento, el rublo llegó a cotizar este martes a 100 por euro y a 80 por dólar, estabilizándose en 72,9 de la moneda norteamericana.

Mientras el presidente Vladimir Putin responsabilizaba a los especuladores y a Occidente por la caída en los precios del petróleo y la consecuente y fenomenal depreciación del rublo, los ciudadanos rusos buscaban convertir su moneda en dólares para sostener sus ingresos.

"La situación es crítica. Incluso en las peores pesadillas no podríamos imaginar hace un año lo que está pasando ahora", declaró el número dos del banco central, Sergei Chvetsov,  ya que se trata de la peor caída de esa moneda desde la crisis financiera que azotó al país en 1998.