La planta de tratamiento de deshechos de Zaidín en Huesca, España, comenzará a producir energía eléctrica- unos seis millones de kilovatios al año- a partir de los excrementos de ganado porcino procedentes de granjas de la zona.

La medida, promovida por el Instituto Aragonés del Agua, espera iniciar una nueva etapa de cuidado del medio ambiente a partir de nuevas políticas de energía renovable. 

Mediante un proceso de digestión o fermentación anaerobia- en ausencia de oxígeno- se aprovecharan toneladas de residuos de los cuales saldrán los 2,22 millones de metros cúbicos de biogas cuya combustión en motores de cogeneración de 250 y de 500 kilovatios generará unos seis millones de kilowatios anuales que podrían dar energía a unas 3 mil familias. 

El proyecto que busca extenderse por todo España, en otras 28 plantas, evitaría la emisión a la atmósfera de 700.000 toneladas de gases de efecto invernadero.