Mientras se mantienen focos de tensión nuclear- como ocurre con Corea del Norte, Estados Unidos, Irán, India y Pakistán, entre otros- la Academia sueca decidió otorgar el premio Nobel de la paz 2017 no a una persona o institución sino a la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares que reúne a varias agrupaciones no gubernamentales de unos 100 países que buscan concientizar sobre los peligros nucleares. 

El Comité noruego argumentó que su motivación para entregar el galardón está en el riesgo de conflicto atómico que cada vez parece más real ante potencias que se niegan a debatir el desarme. 

Por ello se premió a la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés) que busca concientizar sobre “las catastróficas consecuencias del uso de armas nucleares” y por “sus esfuerzos pioneros para lograr un tratado de prohibición de esas armas”.

El texto del tratado fue aprobado en la ONU el pasado mes de julio con 122 votos a favor y uno en contra, Holanda. Por otro lado, las nueve potencias nucleares y todos los miembros de la OTAN salvo Holanda figuran en el grupo de los abstenidos.

Por su parte, los gobierno de Estados Unidos, Francia y Reino Unido afirmaron en un comunicado que no pensaban sumarse al tratado, y señalaban que "una prohibición que no solucione los problemas de seguridad por los que una fuerza nuclear disuasoria sigue siendo necesaria no resultará en la eliminación de una sola arma atómica y no mejorará la seguridad de ningún país ni la paz internacional".

La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares

Fundada en Viena, en 2007,  durante una conferencia internacional sobre el tratado de no proliferación nuclear, ICAN tiene su sede en Ginebra pero cuenta con propaladores de su misión en todo el mundo.

La organización cuenta con un presupuesto anual de 1,2 millones de francos suizos y funciona gracias a las ayudas financieras aportadas por varios Gobiernos, como los de Noruega, Suiza, Holanda, Alemania o la Santa Sede además de donantes privados. 

Beatrice Fihn, directora de ICAN, aseguró, tras conocer la noticia del Premio, que: "Es un gran reconocimiento para el trabajo que los activistas a lo largo de los años y especialmente los Hibakusha [supervivientes de los bombardeos nucleares de Estados Unidos en Japón en la segunda guerra mundial]" Y agregó: "Su testimonio fue crítico, fue crucial y por tan increíble éxito". 

El comité noruego ha escogido en esta edición entre 318 candidaturas, 217 individuales y 103 de organizaciones. El ganador de 2016 fue el presidente colombiano, Juan Manuel Santos por su Acuerdo de Paz con las FARC.