Finalmente se dio a conocer el decreto que regula la ley de alquiler de vientres en Portugal para las mujeres con problemas de infertilidad, que hayan nacido sin útero o con alguna lesión que les impida quedarse embarazadas.

Para ser autorizada y acceder a un vientre de alquiler es necesario que la mujer- y su pareja, en caso de tenerla- se acerque a un centro de reproducción asistida, público o privado, para que sea probada la infertilidad de la madre genética y la situación psicológica de la madre gestante, que no podrá recibir ningún pago a excepción de los gastos médicos.

Además la ley limita el contacto de la madre gestante con el bebé al "mínimo indispensable" tras su nacimiento, para evitar los "potenciales riesgos psicológicos y afectivos que esa relación supone, sin perjuicio de las situaciones en las que la gestante de sustitución es un familiar próximo".

De acuerdo a la ley se privilegiará la relación con la madre genética- y no la gestante- y establece que los intereses del niño deben prevalecer por encima del resto.

La ley había sido aprobada en 2016 pero recién ahora tuvo lugar la firma del decreto que especifica su regulación, que a su vez fue aprobado en consejo de ministros el pasado junio.