Todo comenzó cuando Shelby Angel, una pasajera estadounidense que voló desde San Francisco a Ámsterdam en el mes de junio, junto a su beba de un año. Cuando le dio el pecho, una azafata se le acercó y le pidió que se tapara. Ella contó la historia en Facebook y después de viralizarse la compañía respondió.

“Para mantener la paz a bordo, en tales casos, trataremos de encontrar una solución que sea aceptable para todos y que muestre respeto por la comodidad y el espacio personal de todos. Esto puede incluir pedir a una madre cubrir su pecho”, aseguró el representante de KLM.

Por este motivo se puso en marcha una campaña en la cual decenas de mujeres de diferentes países comenzaron a postear en la cuenta oficial de Twitter de KLM fotografías suyas dando el pecho a su bebé a modo de protesta. Algunas, se cubrieron la cara con un pañuelo, ironizando “estar tapadas”.

Tras esta bochornosa situación, KLM salió a decir que “las madres no están obligadas a taparse y no queremos que se sientan juzgadas por hacer lo más natural del mundo, por eso, nuestro personal de cabina puede sugerirles opciones para asegurar su privacidad”.