Muchos dudan, y con argumentos, que Pedro Pablo Kuczynski se mantenga en su cargo de presidente de Perú por varios días más, incluso están quienes arriesgan a que no llega a pasar Navidad en el poder. 

Lo cierto es que el mandatario está involucrado en la enorme trama de corrupción de la constructora  Odebrecht que salpicó a empresarios y políticos de todo el continente. 

A solo un año y medio de asumir en su cargo- luego de vencer a Keiko Fujimori-y con la promesa de hacer crecer a Perú, Kuczynski ve cada vez más limitadas las posibilidades de continuar con su carrera política. 

El Congreso debatirá este jueves un pedido para destituir por "incapacidad moral" a Kuczynski, acusado de haber ocultado que recibió millonarios pagos por asesorías a la brasileña Odebrecht mientras era ministro del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006).

"La incertidumbre generará un impacto fuerte en la economía peruana, principalmente en el sector privado debido a que los empresarios extranjeros retrasarán sus inversiones hasta que exista un mejor panorama", señaló el economista Jorge Gonzales Izquierdo.en diálogo con AFP. 

Pero el sector público también se verá afectado, en especial el accionar de los gobiernos regionales y municipales que realizan el grueso de las inversión pública. "Por último se deteriorarán las expectativas de inversionistas y de consumidores que restringirán parcialmente sus decisiones de gasto", dijo el economista. 

Aunque Perú registra un crecimiento superior al de la mayoría de sus vecinos (3.9% en 2016), tuvo que recortar en un punto sus expectativas de crecimiento para 2017, a 3.8%, debido al escándalo de Odebrecht, que llevó a paralizar algunas obras.

"Yo tengo una empresa que es como un banquito. Yo no me ocupo del banco, otra persona lo hace, pero es mi banquito. Al cabo de un número de años, yo recibo un dividendo y lo declaro en mis declaraciones [de renta]. No lo escondo", exclamó el mandatario en una entrevista con cinco periodistas de televisión en la que no convenció con sus argumentos. 

Por su parte el ministro de Vivienda, Carlos Bruce señaló: "Un país que vaca [destituye] a su presidente, elegido por voto popular, en una semana, ¿qué señal da al exterior? ¿Qué inversionista va a confiar en un país que actúa de esa manera? Parecemos un país bananero, una republiqueta"

El posible reemplazante

Sería Martín Vizcarra, primer vicepresidente peruano, un ingeniero civil de 54 años que formó parte del equipo técnico de campaña del actual mandatario y fue ministro de Transportes y Comunicaciones de este gobierno, y ahora también es embajador en Canadá

En caso de que Vizzarra no acepte, de acuerdo a lo que establece la Constitución de Perú la designada sería la segunda vicepresidenta y actual primera ministra, Mercedes Aráoz.