El acto convocado por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), reunió a “decenas de miles de personas”, según los organizadores, y más de 30.000, en opinión de la Guardia Urbana de Barcelona junto con miembros del Gobierno catalán. 

A pesar de que algunos buscan una negociación con Mariano Rajoy, el tono de los discursos fue duro y apuntó a votar por la independencia. Llamaron a no hacer caso de “las amenazas”, ni de los discursos sobre que “cada vez están más solos”, como aseguró el pasado viernes el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo. 

“Las urnas nunca se negocian. Sabemos que España querrá negociar en el tiempo que falta, pero os pedimos que no negociéis”, reclamó Jordi Sànchez, presidente de la ANC al presidente catalán Carles Puigdemont. 

Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural auguró: “No tendréis bastantes cárceles para encarcelar al pueblo de Cataluña”. El acto fue celebrado a los pies de las cuatro columnas de Montjuïc y fueron numerosas figuras las que hablaron ante los presentes.

El último en hablar fue Pep Guardiola, exentrenador del Barça y último de la lista de Junts pel Sí por Barcelona en las elecciones autonómicas del 27 de septiembre de 2015.

Guardiola apeló a "todos los demócratas de Europa y del mundo" a que apoyen el "derecho a voto" en Cataluña para enfrentarse a un "Estado autoritario". "Somos víctimas de un Estado que ha puesto en marcha una persecución política impropia del siglo XXI", destacó el extrenador.