Durante la Cumbre de las Américas, que tuvo lugar el sábado en la ciudad de Lima, Mauricio Macri adelantó que la Argentina no reconocerá los resultados de las elecciones a celebrarse el 20 de mayo en Venezuela, achacándole al Gobierno de Caracas la permanencia de "presos políticos " y la falta de "condiciones mínimas de transparencia".

A las críticas vertidas por Macri, Nicolás Maduro respondió con firmeza relativizando la influencia de los dichos frente a la buena relación que tiene Venezuela con buena parte del mundo. Al mismo, tiempo configuró las actitudes del expresidente de Boca como las de un vocero del poder financiero, ubicándolo en el grupo de naciones de derecha que se empeñan en políticas intervencionsitas.