El increíble hecho ocurrió en una piscina en Fairfield, estado de Ohio, donde Krystal Dixon había llevado a sus hijos para que pasen un lindo día, que terminó en un horror.

Según los comentarios de la mujer, quebraron una leve regla de la piscina porque -según los empleados- una de las nenas no tenía el traje de baño correcto. Eso generó un acto repudiable de brutalidad policial.

Un oficial blanco utilizó gas pimienta contra los chicos, luego, agarró por el cuello a una de las nenas de apenas 12 años y la empujó contra el patrullero. La familia de la jovencita afirma que tiene una costilla rota y la mandíbula dañada.

La policía local afirmó que "solo estaba haciendo su trabajo", mientras la familia de los chicos denuncia un caso de uso desmedido de la fuerza y de hasta una causa racial.