En vísperas navideñas, los pakistaníes sintieron otro bombardeo por parte de un drone norteamericano, en una vivienda del área de Qutab Khel, a cinco kilómetros de la capital del distrito, Miranshá.

A raíz del ataque murieron cuatro personas, supuestamente milicianos de otras nacionalidades, aunque todavía no hubo una confirmación oficial sobre la identidad de los fallecidos. Así lo informó el diario local 'The Express Tribune'.

Lo cierto es que desde el gobierno de Pakistán toman al ataque como otra violación a los Derechos Humanos y a la soberanía territorial del país.

Los controvertidos ataques con aviones no tripulados generan cada vez más voces críticas dentro de Pakistán así como desde organizaciones internacionales de Derechos Humanos, e incluso de las Naciones Unidas, por la muerte de civiles.

A comienzos de diciembre, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución contra el uso de drones armados en países extranjeros, luego de varios ataques perpetrados por EEUU.

Este año se registraron una veintena de bombardeos, que dejaron un saldo de 140 fallecidos, a raíz de las operaciones estadounidenses en suelo pakistaní.

En los últimos dos meses salieron a la luz dos feroces ataques: uno a una fiesta de casamiento en la que murieron 13 personas y el otro a una escuela donde murieron ocho niños inocentes.