Repentinamente, en medio del discurso electoral que brindaba el domingo a la tarde en la ciudad de Atlanta, en el estado de Giorgia, las luces que iluminaban a Donald Trump se apagaron.

Fue la oportunidad para que el precandidato republicano desplegara su vulgar histrionismo para captar la atención de los presentes, al grito de "¡apaguen las luces, apaguen las luces!"