La decisión de Dias Tóffoli es una respuesta a la apelación presentada esta tarde por la Fiscalía General, que rechazaba una medida que, en opinión de su titular, Raquel Dodge, causaría "una grave lesión al orden y la seguridad".

La suspensión tendrá validez hasta el 10 de abril próximo, día en que el plenario del Tribunal Supremo volverá a analizar la cautelar dictada por el magistrado Marco Aurelio Mello, consignó la agencia de noticias estatal Brasil.

El fallo de Mello estaba basado en un artículo de la Constitución, según el cual una pena de prisión sólo puede comenzar a ejecutarse una vez que se cumpla lo que en Brasil se conoce como "tránsito en juzgado", que supone el fin de todo el proceso de apelaciones.

Esta cautelar podría haber beneficiado al ex mandatario, al igual que a otras 169.300 personas encarceladas con condenas en segunda instancia.
La modalidad de detención sin atender las tres instancias había sido inaugurada bajo el control de la operación Lava Jato del juez Sérgio Moro, hoy ministro de Justicia designado por el presidente electo Jair Bolsonaro. 

Lula fue inhabilitado en septiembre ultimo para ser candidato presidencial por la ley de Ficha Limpia, que impide a los ciudadanos a aspirar a un cargo electivo si cuentan con condenas judiciales en dos instancias.