Es un hecho que se materializó en la foto. Luis Lacalle Pou y José Mujica mejoraron sus relaciones y el hecho quedó retratado en la asunción de Lula Da Silva a la presidencia de Brasil.

Junto a Sanguinetti, los tres dirigentes políticos uruguayos se mostraron juntos con Lula. La foto tiene otra implicancia: marcarle un límite a las ideas de extrema derecha.

La derrota de Bolsonaro puede no representar la vuelta de La Patria grande a la región como lo fue en otros tiempos, pero sí parece haber una propuesta clara: frenar a la extrema derecha.

El crecimiento de los libertarios preocupa en todo el arco político democrático de la región. Lamentablemente, la derecha argentina, en su afán de llegar al poder como sea, parece no entender la gravedad de la situación a la que nos enfrentamos. Ojalá la foto de los dirigentes uruguayos les ayude a recapacitar.