Aunque el origen del brote es un misterio por el régimen de clausura de las monjas, los vecinos del lugar no dudan en señalar al cura Francisco Martínez Noguera quien oficiaba la misa sin barbijo.

Además el curita sería uno de los negadores de la pandemia y alentaba a los fieles a no cumplir con los cuidados necesarios para evitar los contagios. El sacerdote, obviamente niega las acusaciones.

Las monjas contagiadas fueron aisladas y el monasterio fue cerrado para su desinfección.