El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil decidirá este miércoles si acepta un habeas corpus presentado por la defensa de Luiz Inácio Lula da Silva para evitar que empiece a purgar una condena de 12 años y un mes por corrupción pasiva y lavado de dinero. Además hay avisos y amenazas por parte de las Fuerzas Armadas que asustan y mantienen en vilo a Brasil. 

Si la justicia niega este recurso presentado por la defensa del exmandatario, Lula irá preso. Si no, el camino de los tribunales podría extenderse y dejarlo libre durante la campaña para las elecciones inciertas de octubre.

Quienes se sumaron a una solicitud de al menos 5.000 integrantes del Poder Judicial para que mantenga la jurisprudencia que permite encarcelar a Lula fueron el exfiscal general Rodrigo Janot y el procurador de la operación "Lava Jato" en Curitiba, Deltan Dallagnol. Este último, además, anunció además una jornada de rezo y ayuno.

"El miércoles es el día D de la lucha contra la corrupción para la 'Lava Jato'. Una derrota significará que la mayor parte de los corruptos de diferentes partidos, en todo el país, jamás serán responsabilizados, ni en la 'Lava Jato' ni más allá. El escenario no es bueno. Estaré en ayuno, en oración y apoyando al país", escribió en Twitter.

Vía redes sociales la cúpula del Ejército presiona al Supremo Tribunal Federal (STF). Mientras miles de personas, convocadas por movimientos de derecha, se manifestaban en la noche de este martes en 50 ciudades del país para exigir el encarcelamiento del expresidente, el comandante en jefe del Ejército lanzaba un mensaje en Twitter: "Aseguro que el Ejército brasileño juzga compartir el anhelo de todos los ciudadanos de bien de repudio a la impunidad y de respeto a la Constitución, del mismo modo que se mantiene atento a sus misiones institucionales".

Después de ese mensaje, al menos tres generales se sumaron en tono exaltado a la declaración de su jefe. "Tengo la espada al lado, la silla equipada, el caballo listo y aguardo sus órdenes!!", respondió, también por Twitter, el general Paulo Chagas. Por la misma vía, surgieron las voces marciales de otros dos miembros de la cúpula militar. "COMANDANTE!!!. Estamos juntos en la misma trinchera", escribió el general Miotto. "Estamos juntos, comandante", terció el general Freitas. Horas antes, otro general, este en la reserva, Luís Gonzaga Schroeder, había declarado al periódico O Estado de S. Paulo que si Lula no es enviado a la cárcel, "el deber de las Fuerzas Armadas es restaurar el orden".

Por su parte, el presidente Temer, decidió no dar declaraciones sobre estas claras presiones del Ejército.