El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, llegó este sábado a primera hora al poblado de Tlahuelilpan (Hidalgo), epicentro de la explosión de un ducto petrolero de la Compañía Pemex este 18 de enero, que dejó un saldo de 66 muertos y decenas de heridos.

Según recoge Excelsior, López Obrador ofreció sus condolencias a los familiares de las víctimas y enfatizó sobre la importancia de erradicar el robo de combustible, práctica a la que se le atribuye este estallido y otro ocurrido minutos después en el municipio de San Juan del Río, en el estado de Querétaro.

Así fue la explosión del ducto en Tlahuelilpan

La prensa local reporta que al menos 1.000 personas habían acudido al lugar para llevarse el combustible que se acumuló en las zanjas. Pese a que la toma clandestina ya estaba siendo atendida por elementos del Ejército, Policía y de Pemex, los pobladores continuaron "robando" la gasolina y minutos antes de la explosión algunos incluso se habían desmayado por el fuerte olor.

Los informes destacan que al momento de la fuga, aproximadamente a las 17:00 de este viernes, acudieron decenas de personas con bidones para llenarlos con la gasolina que salía de la toma clandestina, donde dos horas después se produjo un "flamazo". Al lugar acudieron cuerpos de seguridad de seis municipios.