La canciller alemana Angela Merkel, una de las mujeres más poderosas de la política internacional, realizó un repaso por sus gestión y remarcó la necesidad de revisar el papel de su país en las relaciones con la OTAN y las tensiones con Rusia.

El discurso tuvo lugar durante el  congreso de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) que se celebra este martes en la ciudad de Essen y donde Merkel busca lugar todo el apoyo necesario para postularse a un cuarto mandato. 

"Tenemos una situación global, sobre todo a la luz de las elecciones presidenciales en EE.UU., que requiere reformular los modos de abordar temas importantes como la OTAN y las relaciones con Rusia", planteó Merkel. 

Otro de los grandes focos fue la llamada "crisis de los refugiados" a lo que la Canciller señaló que  "nunca se debe volver a repetir" y agregó: "No todos podrán quedarse. Pero cada una de esas solicitudes va a ser evaluada individualmente y cada caso será resuelto".

Por otro lado, Merkel también se refirió al cuestionado uso del burka y afirmó: "Llevar burka debe ser prohibido en casos cuando sea posible desde el punto de vista legal. No es lo nuestro". 

"He visto cientos de miles de personas manifestarse en las calles contra un acuerdo comercial -TTIP entre la Unión Europea y Estados Unidos- y ninguna por Alepo. Y eso es sintomático. Hay algo que no funciona", señaló al referirse a la crisis que atraviesa Siria y habló de "vergüenza internacional" al no establecerse corredores humanitarios. 

"En Europa tenemos una discusión interminable sobre nuestra propia arquitectura de seguridad y si eso reforzará o debilitará a la OTAN", planteó la política e hizo un llamado a sus filas a mirar hacia delante y a marcar las pautas de futuro porque "nuestros valores son nuestro futuro".