Islandia se mantiene desde hace nueve años en primer lugar en el Informe Global de la Brecha de Género elaborado por el Foro Económico Mundial; un título que el  país mantuvo en el 2017. 

Pero ahora, apenas iniciado el 2018, Islandia dio un paso más y se convierte en la primera nación en el mundo en contar con una ley que exigirá a las empresas que demuestren que sus empleados cobran el mismo sueldo por el mismo trabajo realizado, con independencia de su género, etnia, sexualidad o nacionalidad.

La medida pionera entró en vigor a partir del 1 de enero y afectará a las compañías privadas y a los organismos públicos que tengan en plantilla un mínimo de 25 trabajadores. Si no certifican que se ajustan a las nuevas políticas de paridad salarial tendrán que hacer frente a sanciones económicas.

"Islandia ya tenía una legislación que se supone garantiza la igualdad salarial. De hecho fuimos el primer país en aprobar leyes de este tipo hace más de medio siglo, en 1961. En ese momento, el Parlamento islandés tenía la esperanza de que se alcanzaría la igualdad de remuneración completa en solo seis años, en 1967. Quizás una esperanza ingenua, pero ¿qué podíamos esperar de un cuerpo legislativo que en ese momento tenía solo dos mujeres miembros?", explica en su página web la Asociación Islandesa por los Derechos de la Mujer. 

Actualmente, las mujeres representan el 48% del Alþingi, el Parlamento islandés, y el país está liderado desde noviembre por Katrín Jacobsdottir, una de las tan solo 19 jefas de Estado o de Gobierno mujeres, de los 193 países que hay en el mundo.