El hecho ocurrió en la lujosa mansión ubicada en Greenwood, Minnesota habitada por el empresario Brian Short, su esposa Karen y los tres hijos de la pareja de 14, 15 y 17 años.

Allí, el hombre usó una escopeta para matar en primer lugar a su hijo mayor, Cole, y luego hacer lo propio con sus hijas Madison y Brooklyn. Para completar la masacre, disparó contra su esposa, quien estaba llamando al 911 al escuchar los disparos.

Inmediatamente, Short se dirigió al garaje de la mansión, donde se suicidó con la misma arma.

Los cuerpos fueron descubiertos por la policía luego de que allegados a la familia denunciaran que hacía varios días que no veían a ninguno de sus miembros.

Un amigo del empresario dijo que el propio Short le había hablado de que en la familia “tenían una historia de enfermedad mental”, aunque también se habla de que el hombre enfrentaba una importante demanda por la que temía perder su nivel de vida.