El acuerdo del Consejo, leído por el vicepresidente, Tareck El Aissami, en cadena nacional exhorta "al Tribunal Supremo de Justicia a revisar las decisiones 155 y 156 con el propósito de mantener la estabilidad institucional y el equilibrio de poderes mediante los recursos contemplados en el ordenamiento jurídico venezolano".

"Hemos llegado a un importante acuerdo de solución de esta controversia, que con la lectura de este comunicado y la publicación de las aclaratorias y correcciones respectivas de las sentencias 155 y 156, queda superada esta controversia", afirmó poco antes Maduro, quien presidió la reunión del Consejo de Defensa de la Nación en el Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo.

Otro punto del acuerdo al que llegó el Consejo fue ratificar que el máximo tribunal, en su Sala Constitucional, "es la instancia competente para el control de la constitucionalidad de los actos emanados de cualquier órgano del poder público nacional", así como "la resolución de los conflictos entre poderes".

Maduro había convocado a este Consejo con el objetivo de "resolver" lo que calificó de "impasse"derivado de la posición del Ministerio Público frente a la sentencia en la que el TSJ se atribuye las funciones del Parlamento, debido a la situación de "desacato" en la que este se encuentra.

Asimismo, la instancia reiteró que "los desequilibrios y conflictos entre las distintas ramas del poder público nacional se encauzan mediante los mecanismos de control constitucional y la colaboración entre los poderes", e insistió en la disposición del Gobierno al "diálogo fecundo" con su oposición política.

El Consejo de Defensa de la Nación se instaló "oficialmente", a pesar de que la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, estuvo ausente.

Horas antes, en rueda de prensa, Ortega expresó su "alta preocupación" y alertó sobre el riesgo de "ruptura del orden constitucional".

Tampoco estuvo en la reunión del Consejo el presidente de la Asamblea Nacional, el diputado opositor Julio Borges.

Según Maduro, durante la reunión del Consejo "hubo conversaciones" con la fiscal.

Por otra parte, Maduro repudió "categóricamente" cualquier intervención que "atente contra la independencia" y la integridad territorial de la nación caribeña.

En ese sentido, rechazó "el intervencionismo grosero" que, a su juicio, algunos gobiernos extranjeros "pretenden dictarle a Venezuela".

El anuncio llega horas antes de las convocatorias de protestas organizadas por la oposición para hoy contra el gobierno de Maduro a quien acusan de haber dado un "golpe de Estado".

La situación en Venezuela será analizada hoy por los países del Mercosur, y el lunes por la Organización de Estados Americanos (OEA), que ha convocado una reunión extraordinaria de su consejo permanente.

(Fuente Ambito.com)